¿Se necesita realizar un complejo análisis estadístico para afirmar que futbolista con un promedio de 0,50 goles por partido es mejor otro con un promedio de 0,25? ¿Es necesario ser doctor en matemáticas para determinar si un proceso mejoró desde una desviación estándar de 900 a una desviación estándar de 300?
Algunas cosas son obvias. He realizado cursos de entrenamiento con Minitab, que es un paquete estadístico que me encanta de veras, realmente muy útil, y suelo emplear muchos ejemplos. En muchos de ellos la determinación de una factor estadísticamente significativo puede intuirse fácilmente antes de realizar el análisis estadístico. Por puro sentido común.
A muchos de mis clientes se les atraganta el DOE (Diseño de Experimentos), pero la luz se hace paso cuando les pido que piensen un poco e intenten descubrir qué factores tienen efecto en el resultado. Los más importantes son justamente aquellos que son importantes de manera obvia sin efectuar un solo cálculo estadístico. Y en ellos hay que concentrarse para realizar mejoras. Luego están los factores que son insignificantes también de manera obvia: son los que hay que eliminar para ahorrar dinero porque, por supuesto, no tienen efecto. Y por último se encuentran todos esos factores intermedios que pueblan las distribuciones y que apenas nunca medimos. Lo habitual es analizarlos estadísticamente de manera concienzuda para determinar su importancia. Pero, si no los medimos, ¿para qué los analizamos?
Nunca está mal regresar a lo simple, a los orígenes, y lo digo entonando el mea culpa, pues soy un Master Black Belt y se supone que he de defender la práctica habitual de esta metodología. Y en los orígenes se encuentran las Siete Herramientas de Ishikawa. Basta un Pareto para realizar un análisis simple de resultados. Y si nos ponemos chulos, un simple diagrama de dispersión basta para resolver el 90% de nuestros problemas de calidad.
A los clientes que se les atraganta el DOE, les sugiero que se centren en un DOE basado en Taguchi y que hagan los cálculos a mano. Normalmente lo entienden muy bien, ganan en eficiencia y son más «Lean».
La estadística es una mera cuantificación del sentido común. No necesitamos depender de la estadística. Implementar Six Sigma no puede ser muy distinto a implementar sentido común.